Caja Musical.

Recuerdo el día que decidí encerrarte.
Aún esa melodía fúnebre pasan por mis oídos....

Era joven y tu me amaste
me diste una cara engañosa
me diste amistad,
pero todo era un juego entre los dos.
"Recuerdo el día que decidí encerrarte.
Aún esa melodía fúnebre pasan por mis oídos...."

Me levantaste,
pensé que me guiabas a luz
creí en ti y me enseñaste a odiar
a mentir
y me echaste a la suerte como un par de dados.
"Recuerdo el día que decidí encerrarte.
Aún esa melodía fúnebre pasan por mis oídos...."

Quería ser como tú,
quería sentir esa venganza.
Una ves mas me tapaste con tus manos.
Y decidiste que ando a ojos cerrados.
"Recuerdo el día que decidí encerrarte.
Aún esa melodía fúnebre pasan por mis oídos...."

Te querías apoderar de mi ser,
recuerdo como si fuera el ayer.
Aún tengo la viva imagen de tu rostro
y solo veo mi reflejo con mis propios ojos.
"Recuerdo el día que decidí encerrarte.
Aún esa melodía fúnebre pasan por mis oídos...."

Llegó el día de quitar la banda,
escuché esa música de una caja de muñecas.
Estabas tú, mirándome
diciendo "verás al mundo partiéndose en dos"
"Recuerdo el día que decidí encerrarte.
Aún esa melodía fúnebre pasan por mis oídos...."

Ese día me di cuenta que yo era la llave,
era tu llave
porque un demonio como tu
cadenas cargadas de dolor.
Y es así como decidí llamarte Deamonds.
"Recuerdo el día que decidí encerrarte.
Aún esa melodía fúnebre pasan por mis oídos...."

Precioso diamante
duro de quebrar,
porque así,
nadie verá tu llegar.

Demonio que dulce melodías le has dado a mi vida,
una vida que aún no tiene sentido.
Me has dado la oportunidad de ser yo mismo.
porque algún día, seré abatido.
Porque un demonio como tu,
yace en este cuerpo como uno ... y somos dos.
"Recuerdo el día que decidí encerrarte.
Aún esa melodía fúnebre pasan por mis oídos...." - Monseñor.